a donde te lleven....

a donde te lleven....

miércoles, 26 de mayo de 2010

PATRICIA HIGHSMITH

Escritora estadounidense. Nació el 19 de enero de 1921 en Forth Worth, Texas, trasladándose luego al Greenwich Village de Nueva York, donde pasó su juventud. Sus padres se habían divorciado nueve días antes de su nacimiento y pasó los primeros años de su vida con su abuela. A su padre no lo conoció hasta que tenía 12 años.
A pesar de sus aptitudes para la pintura y la escultura, durante su época en el instituto ya supo que quería ser escritora y escribió que los asuntos que más le interesaban eran la culpa, la mentira y el crimen.
Poe, Conrad y Dostoievski encabezaban la lista de sus autores preferidos en esa época. A los nueve años leía a Dickens y releía Crimen y castigo de Dostoievski. Siendo muy joven leyó The human mind de Karl Menninger, libro que incluye estudios científicos sobre conductas anormales. "Me di cuenta de que el hombre o la mujer de la casa de al lado podía tener una extraña psicosis sin que yo pudiera apreciarlo", escribió años más tarde en uno de sus diarios.
Empezó a escribir gruesos volúmenes de apuntes a los 16 años y continuó hasta su muerte. Apuntaba minuciosamente sus ideas sobre relatos y novelas, a las que llamaba "gérmenes", borradores y esquemas, observaciones y reflexiones. También escribió durante muchos años diarios. Son 8.000 folios que, tras su muerte, quedaron depositados en los Archivos Literarios Suizos, en Berna.
Cursó estudios de periodismo en la Universidad de Columbia. Era guapa, inteligente, perseverante y muy seria y tímida. No se entendía bien con sus padres y tenía sentimientos de culpabilidad por sus tendencias homosexuales.
Publicó su primer cuento a los 24 años en la revista Harper´s Bazaar y cinco años más tarde saltó a la fama de la mano de Alfred Hitchcock, quien adaptó su primera novela,
Extraños en un tren (1951). Tanto el libro como el film son considerados clásicos del suspense. Graham Greene la apodó "la poetisa del miedo" y escribió que "había creado un mundo propio, un mundo claustrofóbico e irracional, en el cual entramos cada vez con un sentimiento de peligro personal, con la cabeza inclinada para mirar por encima del hombro, incluso con cierta renuencia, pues vamos a experimentar placeres crueles, hasta que, en algún punto, allá por el capítulo tercero, se cierra la frontera detrás de nosotros, y ya no podemos retirarnos."
The New Yorker consideró el libro de Highsmith "incomparablemente perturbador." Desde muy joven escribía relatos con personajes sobre los que pendía la amenaza, personajes que no podían conciliar el sueño, como ella, que odiaba la noche porque sentía que no podía respirar.
En 1953, debido a una prohibición de su editora, decidió lanzar el libro
The price of salt bajo el seudónimo Claire Morgan. La novela que trataba de un amor homosexual llegó al millón de copias y fue reeditada en 1991 bajo el título de Carol.
Pero fue la creación del personaje de Tom Ripley, ex convicto y asesino bisexual, la que más satisfacciones le dió en su carrera. Su primera aparición fue en 1955 en
El talento de Mr. Ripley, y en 1960 se rodó la primera película basada en esta popular novela, con el título A pleno sol, dirigida por el francés René Clément y protagonizada por Alain Delon. A partir de allí se sucederían las secuelas: La máscara de Ripley (1970), El juego de Ripley (El amigo americano) (1974), El muchacho que siguió a Ripley (1980), entre otras. El asesino Ripley, un poco patoso pero adorable, también inspiró a Win Wenders para dirigir El amigo americano en 1977. Recientemente, Anthony Minghella ha dirigido una nueva versión del ya clásico texto de El talento de Mr. Ripley (1999).
Fué una exploradora del sentimiento de culpabilidad y de los efectos psicológicos del crimen sobre los personajes asesinos de sus obras. Siempre se interesó por las minorías y, de hecho, su última novela
Small G: un idilio de verano (1995), mostraba un bar en Zurich, en la que sus personajes homosexuales, bisexuales y heterosexuales se enamoran de la gente incorrecta.
Era una trabajadora infatigable, que no publicaba nada hasta que no lo había revisado numerosas veces. No se plegó a las modas del mercado, aunque durante algunos años tuvo que publicar "falsas" historias, como ella decía, comerciales, para poder sobrevivir.
Sintió el rechazo por sus historias pesimistas y despiadadas, su conducta personal y por sus ideas políticas contrarias al ideal del ‘sueño americano’ (se había vincluado en las juventudes comunistas en la universidad, aunque las dejó porque le robaban tiempo para la literatura). Dejó Estados Unidos y se trasladó permanentemente a Europa en 1963 donde residió en East Anglia (Reino Unido) y en Francia. Sus últimos años los pasó en una casa aislada en Locarno (Suiza), cerca de la frontera con Italia. Allí falleció el 4 de Febrero de 1995. A pesar de la popularidad de sus novelas, Highsmith prefirió pasar la mayor parte de su vida en solitario. Los únicos seres queridos que dejó en este mundo fue su gata Charlotte y sus caracoles, a los que criaba, dibujaba, fueron protagonistas de algunas de sus historias y llevaba consigo cada vez que se mudaba de casa. Tenía un semblante agrio, lo que no le impedía expresarse en público con singular cortesía. Se dedicó íntegramente a la literatura los 74 años que le tocó vivir. Su extensa obra así lo atestigua: más de 30 libros entre novelas, colecciones de cuentos, ensayos y otros textos. A los 17 años publicó su primera novela, El Grito del Amor, y en forma póstuma la última,
Carol y Small G: Un Idilio de Verano.
Para los amantes de la novela negra Highsmith es tan importante como
Raymond Chandler, Dashiell Hammett, James Cain, James Ellroy, Chester Himes o Elmore Leonard. Sus libros narran las historias de hombres y mujeres en situaciones comunes que se tornan peligrosas y los obligan a defenderse con una moral egoísta, tramposa.
Su nombre también es referencia de algunas películas de Michel Deville y Claude Autant-Lara, la citada
Extraños en un tren de Hitchchcok, A pleno sol de René Clement, El amigo americano de Wim Wenders, El cuchillo de Claude Chabrol y otras basadas en sus novelas.
Ripley es su personaje más perverso, cruel, amoral, peligroso, cínico y dañino, un don nadie capaz de mentir, engañar y destruir para conseguir la buena vida a través de lo más tortuoso que alguien puede perpetrar: matar a otro y suplantarlo. Aparenta ser una persona culta que lee
Shakespeare, toca Bach al piano, sabe comportarse en la mesa, resiste al vino y las comidas pesadas, intentando provocar la aprobación entre los demás, especialmente los hombres apuestos y ricos, hacia quienes se dirige como un tiburón. Este joven solitario fue creado por Highsmith en 1955 como un reflejo de sus propias aprensiones y dudas, sin ser inmoral, ni psicótico, ni siquiera un enfermo mental porque sus acciones son racionales: “Lo considero un hombre tan civilizado que mata cuando tiene necesariamente que hacerlo. No tienen que admirarlo pero tampoco hay que censurarlo. Vive su vida, a su manera, no es un criminal, es un arribista obligado a matar”.
Una de las últimas obras publicadas en español es
Pájaros a punto de volar (2002), en la que se reúnen 14 relatos cuyos temas fundamentales son la soledad y el odio como variante del amor. Se trata de escritos de juventud de una narradora ya madura. (Ver reseña)
En
Tom Ripley, a modo de último homenaje a la autora, figuran las cinco novelas de Patricia Highsmith dedicadas a su más inquietante personaje. «Las cinco novelas de Ripley son divertidas, admirables comedias negras... Nos seducen para que nos identifiquemos con un asesino encantador y nos veamos así obligados a reconocer que nuestro universo moral es muy frágil, que quizá nosotros también podríamos matar. Sobre todo si, como Ripley, pudiéramos salir siempre tan bien librados» (John Williams, The Financial Times). ¿Quién es el ambiguo, inquietante, escurridizo Tom Ripley, que desde hace años viene seduciendo a amantes y a víctimas, a lectores, críticos y directores de cine? Apareció por primera vez hace cuarenta años en A pleno sol. Veinte años después, Patricia Highsmith hizo reaparecer a su ya célebre antihéroe en El amigo americano y posteriormente, Tom Ripley regresará en otras tres novelas: La máscara de Ripley, Tras los pasos de Ripley, y Ripley en peligro, el brillante cierre de este quinteto de novelas magistrales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario